Policial en el que un asesino a sueldo se hace amigo de un proxeneta que vive con su novia y planean el robo a un banco en Munich. Fassbinder aplica algunos métodos del Antiteater para escenificar esta historia policial. Como resultado tenemos la creación de un mundo cerrado, levemente expresionista, decadente y grotesco. La única salida de tono es el largo travelling lateral por las calles, tomado de un cortometraje de Jean-Marie Straub.