Thriller de acción en el que un agente de la KGB es enviado a los Estados Unidos para capturar a un psicópata que activa bombas a partir de un original método, hipnosis por teléfono. Resulta curioso que una historia tan paranoica, imposible e irreal reciba un tratamiento serio y metódico que en cierta medida recuerda a The Manchurian Candidate (1962) y que provees momentos de suspense como el asesinato en el hospital, la persecución en el hotel o el clímax en el bar de un pueblo perdido. Quizá la trama está demasiado institucionalizada, con la KGB, la CIA, el FBI, como para recurrir a una psicopatía tan simple como amenaza y soluciones tan azarosas.