Western en el que tres cowboys son confundidos por miembros de una pandilla y son perseguidos por una banda de vigilantes en Utah. Hellman hace su primera obra maestra en la que explora el rostro y el paisaje, aprovecha los tiempos muertos y la espera y le agrega un sustrato existencial con el que la acción nunca es del todo clara. Sobre el final nos regala una bella imagen en la que Jack Nicholson se lleva afuera a una chica para hablar para explicarle sus motivos.