Drama en el que un actor regresa a su casa familiar por el suicidio de su hermano gemelo en Bologna. Bellocchio vuelve a hacer referencia a I pugni in tasca (1965) ahora de manera explícita (los personajes van a ver el film en un momento), con el agregado que Lou Castell aquí también interpreta al protagonista y probablemente su personaje es el actor de ese film (lo que crea una especie de realidad paralela ficcional). Su relación con Ángela Molina se sostiene no tanto en el vínculo que tenían con el muerto sino más bien en el hecho de que ambos se sienten ajenos a los mandatos familiares. Bellocchio hace un film arriesgado porque, a diferencia de otros, las estructuras y jerarquías de poder no están tan marcadas y delimitadas, aunque sí están presentes. Se anima a narrar una historia de amor un poco desangelada y carente de todo romanticismo. Los tiempos han cambiado, pero los conflictos no sólo no se han resuelto sino que se han agudizado. La mirada del protagonista en la ducha en la escena final y el gesto de comprensión de ella parecen ser el único resabio de esperanza.