Melodrama en el que un boxeador de feria es contratado como sparring de un campeón en Londres. Hitchcock trata de animar el triángulo amoroso y la trama de celos mediante simbolismos visuales (el anillo, la visión borrosa, las burbujas de champagne). Pero las escenas se ven estiradas y sólo en el final con la pelea entre los dos protagonistas cobran algo de vuelo. Las escenas de boxeo desde dentro del ring sin duda fueron fuente de inspiración para Scorsese en Raging Bull (1980).