Melodrama en el que una bailarina de un teatro de variedades de Londres se casa con un aventurero que viaja a una colonia británica. Hitchcock arranca su primer film con una potente imagen vertical de una escalera caracol repleta de bailarinas en descenso. Monta su primera escena en una sala de teatro repleta de mirones fascinados por las piernas de las coristas (y encuentra su primera imagen mental con la serie alterada por la mujer que duerme en su butaca). E incluye su primera rubia falsa. La película va cambiando de punto de vista y foco de interés entre los personajes sobre la base del subgénero de chicas perdidas del cine de la década de 1920, recurre al perro como elemento humorístico hasta llegar a un clímax con asesinato, alucinaciones y mujer en peligro.