Drama criminal en el que la esposa de un juez mata a su amante y un abogado debe defenderla en Bordeaux. Brisseau parte del estereotipo y el artificio en el retrato de los personajes, la planificación ceremoniosa y la situación por momentos de teleteatro, para llevar los juegos de poder a un extremo que desnuda la naturaleza destructiva de la condición humana. Aún así se observa la huella de Chabrol, aunque con una distancia superior, y los desnudos femeninos tienen una pureza casi renacentista, son verdaderamente provocativos.