Segundo de los cuentos morales de Rohmer sobre la relación de una chica con dos amigos en las calles de Paris. Apoyándose en una puesta en escena simple y directa, en un narrador en off en primera persona y en diálogos tan veloces como concisos, Rohmer construye una radiografía de emociones donde es difícil distinguir la manipulación, la falsedad o la ambigüedad. No mucho ha cambiado para la juventud desde la década de 1960 en cuanto a los abusos de la amistad, el uso del tiempo libre y las relaciones utilitarias. Los mismos temas son planteados por Larry Clark (un cineasta en las antípodas de Rohmer) en Bully (2001) .