Drama en el que un director de teatro ensaya una obra con sus actrices mientras se prepara para el regreso de su hija adolescente. Doillon trata de meterse en el terreno de Rivette, ya sea por el juego entre el teatro y le vida real, los ensayos y el amor, los fantasmas y la noche o la fotografía de William Lubtchansky. Pero no logra insertar del todo el artificio y la liviandad. Lo suyo es el excelente uso de los primeros planos que no le permiten esa distancia emocional.