Comedia de terror en la que una familia sufre una extraña enfermedad de regresión que convierte a sus miembros en asesinos caníbales en California. A mitad de camino del surrealismo, el cuento de hadas, la teatralidad, el Grand Guignol y el humor absurdo, Hill se anticipa a futuras derivaciones del género de terror: el body count (aunque sin gore), Lon Chaney como figura simpática y a The Texas Chainsaw Massacre (1974), bordeando la genialidad en todo momento.