Fábula en la que un alemán llega a un pueblo y hace una apuesta para comprar tierras en Italia. Syberberg toma una leyenda popular y un cuento de Tolstoi y hace cualquier cosa menos una adaptación convencional. A partir de las imágenes de animales asesinados y de una bella mujer y de episodios surreales y autorreferenciales, se desentiende de la historia.