Drama en el que un director de televisión tiene un accidente y se ve atraído por la relación entre los choques automovilísticos y el sexo en Toronto. Adaptación de la novela de J.G. Ballard. Al principio cuesta encontrar la misma fascinación de los personajes por los autos, el sexo, el accidente y la muerte, pero cuando las intenciones de David Cronenberg no son identificarse con el comportamiento de sus personajes sino acompañarlos en su padecimiento y entendemos el vínculo entre las relaciones sexuales y los accidentes de tránsito como modelador del cuerpo, la sociedad y la tecnología, la película cobra todo su sentido. De tal forma, la música de guitarras hirientes, la fotografía de tonos metálicos y las escenas de sexo que definen a los personajes y a la progresión narrativa del relato no pueden ser más apropiadas.