Aventura apócrifa en la que Luis Buñuel, Federico García Lorca y Salvador Dalí buscan la mesa del Rey Salomón en Toledo en la década de 1930. La irrupción del surrealismo es tan didáctica como artificial, todo lo contrario a los films de Buñuel y Dalí que supuestamente trata de homenajear. Lo único para destacar de la película es la música de Roque Baños y el diseño de producción que hacen más llevadera la función.