Cuento de misterio en el que un matrimonio formado por la dueña de una fábrica de chocolates y un exitoso pianista recibe la visita de una chica que puede ser hija de él en Lausana. Chabrol realiza una nueva disección de la perversión de la burguesía oculta tras las más normales apariencias. Su intención no es crear suspenso o arrojar luz a los sucesos sino retratar el más profundo abismo de la maldad. Y en este caso lo consigue en la contundente resolución que nos da un escalofriante primer plano de Isabelle Huppert.