Cuento de misterio en el que un profesor británico estudiando la obra de Delacroix en Marrakech, Marruecos es llevado a una casa en la que se recrean sus cuadros. Adaptación no acreditada de la novela Gradiva (1902) de Wilhem Jensen. Alain Robbe-Grillet se despide del cine con una película que vuelve a sus temas recurrentes. De hecho se incluyen fragmentos de L’eden et après (1970) y Glissements progressifs du plaisir (1974) que funcionan como sueños o alucinaciones del protagonista. La obra oriental de Eugène Delacroix se deja ver en varias composiciones y las poses de las actrices. El personaje de Arielle Dombasle se presenta como una actriz de sueños, es decir que trabaja en sueños, y da pie una surreal conversación sobre sus condiciones de manifestación.