Comedia de fantasía en la que una niña genia ignorada por sus padres se enfrenta a la despótica directora de su escuela en los Estados Unidos. La puesta en escena de DeVito se amolda a la estética de cartoon de las imágenes, la fantasía infantil y los poderes mentales de la protagonista. Matilda es su mejor trabajo como director hasta la fecha. El narrador en tercera persona, el vértigo de las situaciones y la pirotecnia visual se adaptan al libro de Roal Dahl sin caer en el manierismo del cine contemporáneo.