Comedia dramática en la que un joven ingresa al servicio militar en Inglaterra durante la guerra de Corea en 1952. Secuela de Hope and Glory (1987). Luego de recorrer medio mundo denunciando los abusos de poder, John Boorman inicia el film en medio de los escombros durante los bombardeos de Londres en 1943 con el grito del niño de la primera parte. Pero a Boorman no le interesa la melancolía, la mitología ni mucho menos el simbolismo. Ese no es el eje de la película. Desde la sencillez de la puesta en escena, el provecho del lugar de testigo, la fotografía nublada y los diálogos precisos observa el nuevo lugar que ocupa su país a través de los jóvenes ojos del protagonista. Cuando visita la casa familiar el relato entra en piloto automático (la compra del televisor, los paseos con la novia, las escenas de juicio de sus superiores) hasta reconocer que esta tierra no es la misma que la de sus padres.