Aventura de ciencia ficción en la que un grupo de arqueólogos viaja al pasado para rescatar a su profesor anclado en medio de la guerra de los cien años en Francia en 1357. Adaptación de la novela de Michael Crichton (1999). La película es un fallido intento de recuperar cierto tono de aventura fantasiosa del cine de la década de 1980. Al mismo tiempo que busca reposicionar a Richard Donner como uno de los grandes directores de acción y adaptar otro best seller de Crichton después de los inconvenientes de The 13th Warrior (1999). Los principales problemas: el dibujo de personajes tan inocentones como faltos de matices, los actores no saben lo que están, haciendo especialmente Paul Walker, el guión de Jeff Maguirre y George Nolfi no explora más vueltas de tuercas. El film se resuelve como una torpe persecución contra reloj. De por sí es difícil hacer creer que un grupo de personas normales viaje al pasado en una máquina y que participe en una guerra medieval entre dos grandes potencias. Pero más difícil de creer es que no hagan ningún chiste sobre eso ni traten de sacar provecho de ello. La puesta en escena utiliza demasiados planos abiertos (obligados por la cantidad de personajes) que, más que esconder el artificio lo ridiculiza y acentúa. Tal vez el público que consume estos productos haya cambiado tanto que ni Donner pueda descifrarlo.