Comedia deportiva en la que el entrenador de un equipo de soccer de chicas pone a jugar un chico para ganar y conseguir un ascenso en Los Angeles. Nada encaja en esta película, los one liners de Rodney Dangerfield, los enredos de la trama. El travestismo tiene una larga tradición en la comedia clásica o moderna. Pero el film tiene otro de los finales más previsibles y degradantes con los que Furie nos tiene acostumbrados desde la década de 1980.