Comedia romántica en la que dos amigos hacen promesa de tener sexo sin relación en New York. Seis meses después de No Strings Attached (2011) Hollywood repite la misma fórmula. Y después nos quejamos de las secuelas o remakes. Si la película de Reitman era una agradable sorpresa por su retrato de personajes y costado romántico, aquí Gluck intenta incluir una veta auto reflexiva al género muy poco convincente. Porque la contracción de la premisa argumental corta el arco narrativo de por sí bastante elemental y los apuntes dramáticos del padre de ella con Alzheimer en Los Angeles son gratuitos. Solamente la salva el buen hacer de la pareja protagonista. No nos cansamos de decir Justin Timberlake mejor actor que cantante, Mila Kunis, los ojos más expresivos del cine actual, y el aporte de los secundarios (Patricia Clarkson, Woody Harrelson, Richard Jenkins). Después de Easy A (2010) y Fired Up! (2009), Will Gluck cierra una pequeña trilogía para la subsidiaria de Sony Screen Gems en orden creciente de pretensiones. Ahora falta afilar si quiere pasar a las grandes ligas.