Western en el que un juez llega a un pueblo de Arizona para investigar un asesinato que involucra a una acaudalada familia. A partir de una economía visual y narrativa, de unos travellings de una poética belleza, de la sencillez y belleza del gesto de los actores y de sutiles toques de erotismo entre los actores, Jacques Tourneur dignifica un material de por sí bastante previsible y maniqueo.