Thriller en el que un fotógrafo busca modelos para una película de desnudos en New York. Si toda la obra de un director ya está en su ópera prima, el caso de Brian De Palma es ejemplar: las tensiones entre arte/explotación y seriedad/parodia, la cinefilia (Hitchcock, Michael Powell, el giallo), el uso los planos secuencia, las alteraciones temporales, las incoherencias narrativas, el final que bordea la locura y el horror, la fusión entre voyeurismo, sexo y muerte y la inevitable irregularidad y bajones de ritmo a lo largo de la película. Todos estos elementos ya están en estado germinal, pero el film se sostiene por sí mismo a causa de su poder visual.