Western en el que cuatro pistoleros llegan a un pueblo ficcional del viejo oeste donde empiezan a ser perseguidos en la década de 1880. Kasdan trata de maquillar un poco el género, pero su película resulta convencional, chata y previsible. Sin la culpa o la redención de Sam Peckinpah, la ambigüedad moral de Sergio Leone, en el western contemporáneo ni siquiera las secuencias de acción logran lucirse.