Comedia musical en la que un pueblo ficticio de Texas se prepara para el aniversario 150 de la fundación del Estado. Adelantándose al humor de los hermanos Coen, David Byrne hace una pintura de la America profunda que satiriza el estilo de vida capitalista y el consumismo de la década de 1980. El refinamiento visual acompaña las manías de los excéntricos personajes. Si bien la estructura narrativa resiente la narración y las canciones de Talking Heads no brillan a la altura de Stop Making Sense (1984), la película es una obra excéntrica en sus propios términos.