Drama en el que un camionero francés que trabaja en Tánger acepta transportar mercadería ilegal a lo largo de tres días. El film pone el tema de la inmigración en primer plano. El título hace referencia a la relativa lejanía que separa a los inmigrantes africanos de la costa de España (como las estrellas que se ven en el telescopio). En el film observamos la libertad con la que los turistas europeos y americanos deambulan por la ciudad. Hay una excelente escena que puede tener múltiples interpretaciones en la que una víbora se acerca a unos personajes y que al estos quedarse quietos, no hace nada. El resto del film Téchiné lo conduce con su solvencia habitual: una cámara muy inquieta (no nerviosa), una fotografía muy colorida y luminosa y un tono realista que no pretende ser cinema vérité. Lástima que la historia de amor entre el protagonista y una marroquí, con sus peleas y reencuentros, es floja y el dibujo de los personajes es un poco raquítico y esquemático. Porque la trama del viaje en camión y el tráfico de mercancía daba para esa extraña mezcla de realismo y horror al estilo de Le salaire de la peur (1953). Eso sí, en algunos momentos como cuando el traficante conduce los personajes a un callejón, la imagen del charco de sangre en el asfalto luego de un choque o la escena en que el protagonista va a reclamar su dinero no pagado, el film transmite toda la inquietud de las malas calles de hoy (más cerca del realismo de Training Day (2001) que del sensacionalismo de Cidade de Deus (2002)). Si bien la resolución ensaya cierta moraleja, el film no da respuestas fáciles, sino que presenta un mismo estado de cosas que, por ejemplo, Traffic (2000). Téchiné redondea una sólida propuesta aunque quede presa de algunas limitaciones.