Film noir en el que el detective privado Philip Marlowe trata de evitar el chantaje a dos hijas de un general retirado en Los Angeles. Hawks redefine el concepto de pulp en el cine policial de la década de 1940: los diálogos afiladísimos, Bacall y Bogart que se sacan chispas en cada escena, el sentido del humor falsamente misógino y la violencia a flor de piel en todo momento. El gran mérito del film es que le quita toda la solemnidad y supuesta seriedad al género y se convierte tal vez en el mejor film noir de la historia.