Comedia romántica en la que un profesor que prepara una enciclopedia sobre la historia de la música conoce a una cantante de cabaret en New York. Hawks rehace Ball of Fire (1941) en colores, con canciones y músicos invitados que se interpretan a sí mismos. Pero el resultado no es tan fresco y fluido como el original. Más allá de la vivacidad de Virginia Mayo y de algún gag o escena inspirada, la película está un poco lastrada por la presencia un poco bufonesca de Danny Kaye (en el papel que interpretó Gary Cooper) y un clímax demasiado dilatado y rebuscado. Aun así siempre podemos encontrar algo en una película de Howard Hawks. Gestos, miradas y pequeñas acciones casi captadas al azar que dan sentido al todo. La escena en que el protagonista abraza a Mayo al tratar de acomodarle el micrófono mientras interpreta una canción suscita la mirada más bella de toda la película.