Comedia dramática en la que un gerente de publicidad se separa de su esposa para irse a vivir con el amante de ella en Munich. Pese a que la premisa se agota en unos diálogos reiterativos y unas situaciones inverosímiles, hay una auténtica intención de Doris Dörrie de meterse en la intimidad masculina. Hasta cierto punto la película puede verse como una superficial sátira en vivo de la década de 1980: los residuos de la bohemia promueven el ascenso de los yuppies.