Drama en el que una familia enrola a sus tres hijos en el ejército confederado durante la guerra civil en South Carolina en la década de 1860. Más allá de que Griffith sienta las bases del modelo narrativo del cine americano (en cuanto a la relación de lo individual y lo colectivo, la composición y el montaje de las imágenes), es un modelo que nació mal parido. La repugnancia ideológica que reproduce la farsa de la historia de los Estados Unidos, el retrato denigrante que hace de los negros, los actores blancos con las caras pintadas y el surgimiento del Ku Klux Klan pueden ser producto de la ignorancia o de la indiferencia, pero indudablemente redunda en el vaciamiento de la puesta en escena (su raíz fascista).