Comedia de animación en la que un gato estudiante universitario mujeriego es buscado por la policía por actividades subversivas en New York durante la década de 1960. Ralph Bakshi debuta en el largometraje adaptando un comic de Robert Crumb e intentando llevar el género animado hacia un público más adulto. Los inocentes desnudos de animales, las escenas de sexo, violencia, las profanaciones y el indisimulable tono satírico convierten a la década de 1960 en un lugar de estereotipos capaces de resistir la parodia, relativización o negación, especialmente en los Estados Unidos. No es de extrañar que el propio Crumb no esté muy conforme con la visión de sus personajes que da Bakshi. Lo que no se puede negar es el dominio artesanal de la animación, el conocimiento de cierta estética y tonos propios del cine de autor (Godard, Fellini) y algunos momentos de indudable factura surreal.