Drama en el que un jugador de béisbol novato debuta en un equipo de grande ligas de New York en 1939. Adaptación de la novela de Bernard Malamud. Los cambios respecto de la novela desmerecen un poco al producto en especial las relaciones con las mujeres como el talón de Aquiles, pero también el retrato que hace del protagonista. Ahora siempre correcto y ejemplar, un ídolo de los niños. La edad de Robert Redford en el principio veinte años antes es inocultable. La duración se extiende más de la cuenta y el sentido del humor negro aparece cada tanto: la pelota que se rompe, el jugador que muere al chocarse con la pared. La inversión del orden de los sucesos en la resolución permite hacer un gran finale. La mitificación del héroe y del deporte, al borde de la fábula y la fantasía, seguramente pagó sus dividendos en la taquilla, pero eso no quita que la película carezca de verdaderos valores cinematográficos.