Musical que captura viñetas de una familia que se prepara para la Feria Mundial en St. Louis en 1903. Vincente Minnelli hace una pintura impresionista de lo cotidiano, con fotografía en Technicolor y la inocencia de los números musicales. El retrato que hace de una familia de principios del siglo XX puede parecer un poco ingenuo. Pero el film es suficientemente lúcido para insertar una lectura de los horrores a venir en el futuro cercano. En ese sentido el largo episodio de la fiesta de Halloween que termina con una niña herida es más que elocuente.