Comedia en la que un joven solitario busca trabajo en una granja del Oeste con una vaca como única amiga. La premisa argumental se agota rápido, la repetición del mismo chiste cansa, el concepto es demasiado vago, pero los destellos de genialidad de Buster Keaton están en todo momento: el prólogo en una casa de empeños, el juego de pistolas pequeñas, el intento de ordeñar la vaca.