Comedia en la que un agente de la bolsa en bancarrota hereda siete millones de dólares si se casa antes de las siete de la tarde el día de su cumpleaños en Estados Unidos. Más allá de ser recordada por la secuencia de persecución de las novias, la película permite a Keaton mostrar toda su capacidad como cineasta. El gag visual es anticipación y utilización del espacio, ejemplo claro la secuencia en el bar cuando se propone a las candidatas. El retrato del personaje se hace en los detalles y los microgestos del rostro. Y la dimensión surreal aparece simplemente cuando el protagonista se duerme.