Comedia romántica en el que un escritor conoce a una camarera desde 1980 hasta fines de la década de 1990. No está mal tratar de imitar el esquema narrativo de Hollywood y pintar un fresco político social de la Argentina de las dos últimas décadas, aunque no sea lo más recomendable desde el vamos. El problema de los infantilismos de guión, del abusivo dibujo de personajes y la condescendencia hacia ellos para simplificar es que las buenas intenciones devienen reflejo fiel de aquello que se quiere criticar en primer lugar.