Film noir en la que un criminal se escapa de prisión con su novia y su abogada en California. Al extraordinario trabajo de fotografía de Edward Small, la puesta en escena de Anthony Mann agrega un narrador femenino, un triángulo amoroso que anuncia la tragedia, una unidad espacio temporal del relato que hace al film aún más impactante y unas explosiones de violencia que ni Tarantino, Michael Haneke o Gaspar Noé podrán siquiera igualar.