Comedia en la que un director ejecutivo trata de mejorar la relación de los empleados de un complejo comercial de las grandes galerías de Paris. Cédric Klapisch parece jugar al principio a la comedia observacional pero no es Jacques Tati. El soporte de la propuesta humorística es la sátira, pero ni el protagonista ni el resto de los personajes se lo creen. Lo que queda es un populismo barato carente de toda mirada crítica que se ve agravado con el pasar de los minutos.