Drama en el que una chica vuelve a Japón luego de un voluntariado en Irak donde fue tomada como rehén y es tratada con desprecio en su pueblo. Kobayashi se olvida de la nouvelle vague, de Quentin Tarantino y sigue a su protagonista como los hermanos Dardenne. Nunca una subida a la escalera ha sido tan significativa. Si bien la barrera cultural existe (para comprender el comportamiento japonés) el lenguaje de las imágenes es uno sólo y emotivo en este caso. Porque la frialdad y ausencia de sentimentalismo con que Kobayashi trata el tema nos regala una sonrisa al final (como única salida).