Tres cuentos de terror ambientados en Asia. Una escritora es acosada por el fantasma de su hermana en Japón. Una actriz busca una cocinera de dumplings que usa fetos en Hong Kong. Un director de cine es secuestrado por un extra en Corea del Sur. La reunión de tres de los directores asiáticos más arriesgados, violentos e irreverentes no puede dejar de resultar decepcionante. Ninguno de los episodios está a la altura de sus mejores trabajos. El cine de terror asiático tiene mejores exponentes en cuanto a esplendor visual y arriesgadas premisas argumentales.
Box (Takashi Miike): Miike sorprende por la belleza de las imágenes en las escenas de circo, pero sucumbe ante un guión banal.
Dumplings (Fruit Chan): Tal vez el mejor de los tres por la fotografía de Christopher Doyle y las resonancias sociales, pero pierde en comparación a la versión completa.
Cut (Park Chan-wook): apenas un divertimento truculento y sin gracia para el director de Symphaty for Mr. Vengeance (2002) que sólo permite maravillarse con su poder visual.