Drama en el que una pareja de vacaciones empieza a evaluar el estado de su relación en la isla de Cerdeña. Maren Ade da un sorprendente salto cualitativo respecto a su ópera prima. Evitando las trampas de los relatos sobre tedio burgués hace un sutil retrato de personajes que sirve de espejo contra el que se define la pareja. La inclusión oportuna de humor subterráneo muestra la profunda huella del cine de Cassavetes, Antonioni y Rivette que ha dejado en ella. Ade se perfila como una de las mejores exponentes del cine alemán del nuevo milenio.