Drama en el que un niño de suburbio de empieza a sentir una presencia extraña en Montreal mientras se da una ola de secuestros de menores. La película, pese a su título y su póster, no pertenece exactamente al género de horror sobrenatural, pero algunos recursos e imágenes generan una inquietud aterradora. El uso de la pantalla ancha y las largas escenas exploran la inminencia de la ruptura del orden. El largo plano en el vestuario recuerda a Irreversible (2002) y la mención de The Entity (1981) cierra el círculo. El problema es que la historia del pedófilo reinsertado en la sociedad no logra acoplarse del todo bien en el drama del niño, más una idea de terror que el terror en sí.