Cinco ¨planos almohada¨ registrados con cámara digital en las playas de Gijón. Kiarostami asume un lugar en la vanguardia (Godard, Duras, Straub) que lo aleja de toda intención narrativa. Lo que queda es percepción en estado puro: la frontera de lo sólido, lo líquido y lo gaseoso, la alternancia del sol y la luna, los sonidos de la naturaleza y los animales, las líneas del horizonte siempre presentes y la pantalla en negro del último segmento. El film limpia los ojos y el cerebro.