Drama en el que un niño necesita dinero para viajar a ver un partido de fútbol en Teherán. El manejo de Kiarostami del tiempo (la espera del protagonista antes de tomar el colectivo), el espacio (las escenas del colegio quedan en off visual), el sonido (durante las lecciones en clase), el montaje (la secuencia de la boletería) y el viaje (como recorrido y no fin) extrae el mayor efecto de los mínimos recursos.