Drama en el que un periodista funda un periódico independiente en New York en la década de 1880. Fuller muestra que el idealismo y el sensacionalismo pueden ir de la mano. Su propia posición en la industria del cine americano da testimonio de ello. Y porque los procedimientos de las grandes corporaciones fueron siempre los mismos. Más allá de que la historia de amor tiene poco vuelo y el happy end resulta un poco abrupto, Fuller lo compensa con el sentido del humor de los diálogos y unos vibrantes planos secuencia.