Comedia romántica en la que un arquitecto conoce a una joven aspirante a actriz en el Empire State Building y la lleva a su departamento en New York. Preminger, en su primera película como productor independiente, adapta una reciente obra de teatro que había dirigido en Broadway. La película se sostiene en la caracterización inocente de Maggie McNamara que da pie a las mejores líneas de diálogo y a una relativización de las virtudes morales en los rituales de emparejamiento de la época. Luego de un primer acto brillante que le da tiempo y espacio a los personajes para establecer la situación (destacar ese momento cuando William Holden se acerca al cuello de ella mientras escribe la lista de las compras) la película se estanca con la aparición del tercer personaje (David Niven) en una trama de enredos y celos innecesaria.