Mezcla de comedia musical y policial en la que una pareja de músicos hermanos en problemas con la ley de Chicago recorre los Estados Unidos de gira. Landis sostiene el artificio gracias a la simpleza y falta de pretensiones del producto. Agrega excesos de persecuciones de autos y apenas tres números musicales, sin contar los temas interpretados por la banda. Lo peor, lo políticamente correcto y livianito de la historia.