Comedia en la que un heredero obligado a casarse compra una muñeca en un reino de Europa. Adaptación del ballet Coppélia (1870) de Arthur Saint-Léon. Una maravilla del cine mudo alemán. Tal vez Lubitsch no tenga las mejores películas del período, pero pocas tan hermosas y maravillosas como esta. Una inocencia que no se veía y no se verá desde Mélies. Los decorados expresionistas están llevados al terreno del cuento de hadas y la fantasia: los caballos que se niegan a transportar a sus dueños. Lubitsch se adelanta a la pequeña forma de Keaton en Seven Chances (1925) con la escena en el que un grupo de novias desesperadas persiguen al protagonista. En el cine mudo (y en el sonoro también) siempre ha sido el actor, pero aquí todo el peso cómico recae sobre Ossi Oswalda.