Comedia romántica en la que una princesa quiere casarse en Alemania. Lubitsch presenta una sociedad de fantasía que satiriza la aristocracia y la nueva burguesía. Los reinos responden a los nuevos monopolios de la industria (de ahí la princesa de las Ostras del título). Los decorados del palacio de Kurt Richter, el talento cómico de Ossi Oswalda para destrozar la casa, el manejo del ritmo musical del montaje (el festejo de la boda), hasta la pelea de boxeo entre mujeres resulta graciosa. Un poco grotesco, avisan los intertítulos al principio.