Comedia romántica en la que una chica rebelde se disfraza de hombre para asistir a una fiesta en Berlin. Lubitsch opera con la inversión básica para extraer el humor de la situación. La historia no puede ser acusada de ser simple y esquemática. La escena de la fiesta ocupa una buena parte de la película. I Don’t Want to Be a Man se reserva los besos más bellos del cine mudo.