Cuento de terror en el que una joven recibe una maldición al tener sexo que hace que una fuerza sobrenatural la siga en Detroit. Mitchell logra renovar el género de terror a partir de un original punto de partida y una puesta en escena tan simple como inteligente y efectiva. Hace mucho que no se veía un film (no sólo de terror) que haga una invitación semejante al espectador a ver. Ya sea la profundidad de plano, la distancia del objetivo o los personajes en el fondo. Es una operación visual similar a la Carpenter en Halloween (1978), film con el comparte la ambientación suburbana, el formato panorámico y los sintetizadores de la banda sonora, pero mucho más simple y transparente. Mitchell no necesita la cámara subjetiva y los planos semi subjetivos de acoso. La amenaza está en todo momento, sólo depende del movimiento de los personajes. El planteo argumental se beneficia del hecho de que la amenaza puede ir hacia adelante o hacia atrás en cuanto a las víctimas, por lo que los personajes tienen tiempo para investigar un poco la maldición y meditar sobre el mejor camino a seguir. En cierta forma Mitchell aprovecha la estética dominante del horror con cámaras en primera persona, pero la incorpora a la diégesis del film sin necesidad de que los propios personajes carguen con las cámaras. Si bien la amenaza es claramente sobrenatural el film redefine ciertas nociones del slasher adolescente: el vínculo afectivo se da entre las víctimas, el grupo (pese a estar presente) no es acosado en su conjunto, el desplazamiento es el de las víctimas y la cámara subjetiva no es necesaria. Hay algo del movimiento mumblegore y de los films de Ti West en cuanto al modelo de producción, la estética retro y el dibujo de los personajes. Hasta cierto punto el título It Follows y el dispositivo argumental bien pueden hacer referencia a la evolución del cine de terror. En su afán de nuevas formas narrativas y escapar a la inevitable repetición, el género da saltos hacia adelante y pasos en retroceso hasta encontrar el camino. Bien puede haber sido la década de 2000 una época en el que el cine de terror miró hacia atrás para tratar de corregir algunos errores de las dos décadas anteriores y ahora este entrando a una nueva y fructífera etapa.